Tras la finalización de la I Guerra Mundial se produjeron muchos cambios,incluidos los estilos de moda y joyas. Las mujeres se negaron a utilizar las prendas que vestían anteriormente,pasando a vestir ropa más simple,elegante y cómoda. También cambiaron la forma de peinarse y su estilo de vida, lo que provocó un replanteamiento de los estilos de joyería. Estas nuevas mujeres querían joyas prácticas, de aspecto fresco y que no interfirieran en su vida diaria.

Con este nuevo ideal de mujer, Sonya Delaunay junto a Jacques Heim lanzaron la idea revolucionaria del pret-à-porter. De inmediato el diseño de sus vestuarios – colores violentos y formas abstractas- se convirtieron en un producto de consumo para un público mayoritario. La mujer era dinámica, participaba del deporte y de la vida moderna, aspectos que modificaron su figura e indumentaria. El decorativismo extraído de otras culturas contrasta con la simplificación geométrica y el color en estado atávico.

En esta línea, y en pleno siglo XXI intento diseñar piezas fieles a este espíritu renovador, inspirados en el simultaneismo como manera de manifestarme en contra del estilo convencional, -lo que Sonia Delaunay llamaba el ejercicio de la antimoda- combinando colores, texturas y formas como parte del Orfismo. En mis piezas tomando por un lado elementos Art Déco, la energía, audacia, temeridad y rebeldía del Futurismo, la geometrización de la Bauhaus y por último la liberación del color, clave y vigoroso del Fauvismo.

Cada una de mis piezas nace de una idea inicial plasmada en un boceto.A partir de ahí comienza el trabajo de investigación y diseño. Finalmente desarrollo cada pieza de principio a fin con mis manos como principal herramienta, y todo es artesanal, no hay ninguna pieza igual a otra.Ediciones muy limitadas porque el verdadero lujo nos lo da la exclusividad.